CURSO 2008-2009

martes, 20 de enero de 2009

CARTA DE SOR ANA SERRA


En este momento me invitan y yo acepto la invitación, ya que no puedo estar presente personalmente, pero sí, estaré en espíritu en los actos conmemorativo del 50 aniversario de nuestra presencia en la barriada del Padre Ángel Ayala.

Quiero hacer llegar un saludo afectuoso y de agradecimiento a todas y cada una de las personas que de una manera o de otra ayudaron y apoyaron nuestro trabajo educativo y evangelizador.

En primer lugar, tengo un recuerdo especial por el Obispo Monseñor Juan Hervás q.e.p.d., quien siempre mostró gran interés y cariño para la Obra y nos amó como verdadero Padre, quien logró que en pocos años contáramos con un local donde pudiéramos atender a los niños en las clases, catequesis y en donde poder celebrar la misa y actos litúrgicos, ya que anteriormente por no contar con iglesia ni local suficiente, aprovechábamos un camión para los actos religiosos, mes de María y otros en plena calle y una salita pequeña para las clases.

También tengo una memoria por los sacerdotes colaboradores del Obispo: D. Pedro Rebasa y D. Bartolomé Miquel, q. e.p.d. y un recuerdo para D. Antonio Lizcano que con su entusiasmo supo dar un empuje al espíritu y al apostolado.

Y de D. Rafael Ayala y familia ¿qué diré?. Para los que ya nos precedieron va una memoria muy sentida y de agradecimiento por cuanto se desvelaron para prestarnos su apoyo y compañía, parecía se sentían con una responsabilidad al ser familia del Padre Ángel Ayala que dio el nombre a la barriada. En todo momento tuvimos su apoyo y orientación en las necesidades que iban surgiendo a través de los días. Para la familia que queda, hijos, nietos va mi saludo afectuoso y decirles que nunca podré olvidar a esa familia tan querida y que su papá fue para nosotras un ángel y un padre.

No puedo dejar de recordar a D. Ramón Maldonado, delegado de vivienda y a Don Carlos Calatayud que gracias a ellos, pudimos tener nuestra casita en la que nos sentimos muy a gusto de poder vivir como nuestras familias vecinas. Siempre he recordado en mi plegaria a las señoras (que no sé si viven) que con tanto esmero nos prepararon la capillita.
A todas las instituciones y comercio de la Capital, que gracias a sus donaciones pudimos cubrir muchas necesidades de las familias, va también mi saludo y agradecimiento.

Un saludo cordial para Aurelia, con quien compartí todos los años de vida comunitaria y las andanzas por la barriada siempre con mucha alegría.
También tengo presentes a las familias y jóvenes que nos ayudaron con su persona: Mª Carmen Sancho y otras que no recuerdo su nombre pero que tengo muy presentes, como también a la familia Culebra y Arenas quienes en todo momento pudimos disponer de sus hijas en la que necesitábamos de ayuda.
A las hermanas que luchamos juntas: Sor Margarita Pons, fundadora y primera superiora, Sor Josefa Paul, Sor Maria Albina todas ellas ya nos precedieron y que fueron siempre ángeles de paz, bondad y servicio. A Sor Margarita Feliu a la que agradezco su colaboración y entrega los años que estuvimos juntas.
En este momento vienen a mi mente las hermanas que atendían al obispado: Sor Bárbara, sor Carmen, sor Maria, todas ellas q.e.p.d. Sor Antonia Bibiloni con la que nos vemos de vez en cuando y recordamos aquellos tiempos vividos tan felices.

Tengo que despedirme, pero antes quiero decir, que mi paso por Ciudad Real, en concreto por la barriada fue una experiencia muy enriquecedora que luego pude llevar largo años como misionera en el Perú.
Aprovecho la ocasión para agradecer a Dios y a la Congregación que me dieron la oportunidad de poder aportar mi granito de arena en ese campo entonces tan necesitado de ayuda entre los pobres, y pido al Señor que esta pequeña semilla que sembraron florezcan en abundantes frutos para gloria de Dios y en bien de los hermanos, en especial de los más necesitados.

Adiós y hasta siempre.

Sor Ana Serra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola a todos
quisiera saber si la madre ana es la misma que viajo al peru y trajo la obra para los pueblos ella se llama sor ana serra caldes y es mallorquina, quisieramos saber de ella ya que inaguraremos una calle con su nombre para recordar lo que hizo en el pueblo de cesar vallejo mil gracias comunicarse conmigo al marigarse_18@hotmail.com bendiciones